Guía y consejos para comprar un repetidor WiFi y mejorar tu conexión a internet
Reportaje
Una de las peculiaridades de los repetidores es que cada uno de ellos acostumbra a crear una nueva red distinta, por lo que deberás cambiar el punto de conexión desde tu dispositivo para usarlo y el repetidor actuará como intermediario entre tu dispositivo y el router.
Esta es la solución más básica y menos eficiente de todas para ampliar la cobertura del WiFi de tu casa. Es, por así decirlo, como instalar un alargo para que tu red WiFi llegue unos metros lejos.
El repetidor debe situado en un punto intermedio entre el router y el dispositivo que quieres conectar. Sin embargo, el repetidor de una red WiFi siempre debe encontrarse bajo el área de cobertura de tu router, por lo que incluso es posible tener que instalar varios si está muy alejado.
Para ampliar al máximo la cobertura WiFi de tu casa, estos dispositivos acostumbran a situarse en el límite de la cobertura, punto en el que ya se ha perdido gran parte de la potencia y velocidad de conexión, por lo que raramente se consigue aprovechar la velocidad de conexión que tienes contratada.
Los repetidores WiFi son útiles para conectar por cable Ethernet determinados dispositivos, como Smart TV, ordenadores o decodificadores que no disponen de conectividad WiFi y que se encuentran cerca del router. De ese modo, se utiliza el repetidor WiFi como conversor de WiFi a cable Ethernet, permitiendo conectar estos dispositivos por cable, pero sin tener que llenar tu casa de cables de red.
Se pueden encontrar repetidores WiFi por poco más de 17 euros si solo utilizan la red de 2,5 GHz o por unos 26 euros los repetidores WiFi que utilizan las dos bandas de frecuencia de 2,4 y 5 GHz para ofrecer una mayor velocidad. Y si lo prefieres, siempre puedes comprar un router nuevo.
Extensor de red WiFi
Con un concepto muy similar al de los repetidores WiFi, pero cuenta con unas prestaciones ligeramente por encima. El fin de los extensores de red WiFi es ofrecer una versión vitaminada de la señal de WiFi o red que reciben.
La principal diferencia entre los repetidores WiFi y los extensores de red WiFi es que potencian la misma red WiFi que reciben, amplificando la señal para llevarla donde la cobertura de tu router no es capaz de llegar.
Un rasgo característico de estos dispositivos es que muestran 2 o más antenas visibles en el exterior, que utilizan para impulsar la señal inalámbrica de tu router. A menudo se les confunde con repetidores WiFi por su similitud ya que, de hecho, es muy habitual que los extensores WiFi incluyan funciones de repetidor.
Existe extensores WiFi portátiles, que tienen el mismo formato de enchufe que los extensores, y extensores que de sobremesa con un aspecto más parecido a un router.
La principal diferencia es que los extensores de red WiFi no solo pueden recibir y transmitir una señal WiFi del router, sino que también puedes conectarlo mediante un cable de red a tu router, para emitir la señal de tu router WiFi con más potencia.
Dado que necesitan emitir con más potencia o en varias bandas de frecuencia simultáneamente, los extensores WiFi acostumbran a lucir entre dos y cuatro antenas externas.
Su uso está recomendado cuando no cuentas con un router WiFi, o el que tienes no es capaz de ofrecer doble banda de frecuencia para acelerar las conexiones WiFi de tu casa para jugar en streaming sin lag o ver vídeos en streaming.
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Lee el reportajeEn ese caso, el extensor WiFi amplía las prestaciones de tu router haciendo que su señal llegue más lejos y con la misma velocidad de conexión que por cable.
Como puedes imaginar, mayores prestaciones también implican un mayor coste. Por algo menos de 50 euros ya encuentras extensores de red WiFi con buena velocidad de transmisión y conectividad Gigabit, aunque los extensores WiFi más potentes pueden rondar los 130 euros.
Wi-Fi Bridge
Los denominados WiFi Bridge o puente WiFi, es un sistema más avanzado de extensor WiFi, que consta de dos dispositivos en el que el primero actúa como emisor WiFi, mientras que el segundo hace las funciones de receptor.
El dispositivo emisor se conecta directamente al router mediante un cable Ethernet y se encarga de transmitir una potente señal WiFi codificada que solo es capaz de descifrar el receptor remoto con el que se sincroniza.
Por su parte, el receptor cuenta con varias conexiones Ethernet a los que se pueden conectar distintos dispositivos por cable.
Este dispositivo emisor, además, clona la red WiFi del router, y la transmite utilizando las dos bandas de frecuencia para conseguir la misma velocidad de conexión WiFi que obtendrías al conectar un dispositivo al router estando junto a él. Por lo tanto, sería casi como clonar el router y colocarlo cerca de las habitaciones más alejadas.
Este tipo de dispositivos es perfecto cuando necesitas conectar varios dispositivos mediante un cable de red o desplegar una mayor cobertura WiFi a mayor velocidad, como puede ser al montar una habitación para ocio, o para dar cobertura a una zona en la que vayas a conectar dispositivos para juegos como PC gaming o consolas y no tengas buena conexión WiFi.
El mejor exponente de estos dispositivos es el Devolo Gigagate que está disponible en Amazon por unos 300 euros.
PLC (Power Line Communications)
El último método para llevar la señal WiFi hasta el último rincón de tu casa son los dispositivos Power-Line-Communications. Estos dispositivos a menudo se confunden con extensores o repetidores WiFi con su aspecto, pero su funcionamiento no tiene nada que ver con estos.
Este sistema utiliza los cables de la red eléctrica para transmitir la señal de Internet por toda tu casa, de forma que cualquier enchufe puede convertirse en un punto de acceso.
Para ello se utiliza un emisor que se conecta a tu router mediante un cable Ethernet y se conecta a un enchufe. Este dispositivo se encarga de convertir la señal digital de Internet en impulsos eléctricos que viajan a través de la instalación de eléctrica de tu casa.
En alguna de las habitaciones, se conectará a una toma de corriente un segundo adaptador que se sincroniza con el emisor y se conecta con los dispositivos mediante un cable de red o conexión WiFi. De esa forma, la información que uno trasmite el otro la decodifica para enviarla a Internet o al dispositivo respectivamente.
La principal diferencia entre un extensor y un PLC es que la señal no se transmite mediante WiFi, sino que lo hace a través de la instalación eléctrica, para luego ser decodificada y, entonces sí, se puede transmitir a otros dispositivos mediante WiFi.
Es decir, que puedes llevar la señal de Internet de una punta a otra de tu casa, y una vez allí, comenzar a transmitir la señal WiFi sin necesitar dispositivos intermedios que amplifiquen esa señal inalámbrica.
Esta opción es perfecta para llevar Internet a diferentes plantas de una misma vivienda y mejorar el WiFi siempre que la instalación eléctrica sea la misma en toda ella. Algo que resulta todo un reto para los repetidores y extensores.
La gran ventaja es que el sistema es escalable y solo debes añadir nuevos adaptadores para ampliar la cobertura WiFi de tu casa. Sería necesario añadir un adaptador por planta para disponer de conectividad en toda la casa.
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Lee la noticiaAdemás, si la instalación eléctrica es de calidad, apenas habrá pérdida en la velocidad de conexión que tienes contratada, por lo que podrás navegar a máxima velocidad desde cualquier lugar de tu casa.
La mayoría permiten clonar la red de tu router, por lo que a todos los efectos será como si solo existiera una gran red WiFi para toda tu casa.
Estos dispositivos son un poco más caros que los extensores WiFi de calidad, pero como norma general se obtienen mejores resultados en la mayoría de los casos. Vienen en forma de kits formados por dos o tres dispositivos (emisor + 1 o 2 receptores) por unos 150 euros, aunque luego se puede ampliar con más adaptadores sueltos por unos 70 euros la unidad de PLC.