¿El calor no te deja dormir? Estos consejos te pueden ayudar
Una ola de calor ha azotado a varias regiones del país, donde la temperatura ha llegado a los 36 grados. De hecho, la Dirección Meteorológica de Chile ha levantado varias alertas respecto al tema.
Pero el calor no sólo es un problema en el día, sino que también se ha convertido en una complejidad en las noches a la hora de dormir.
“Las principales señales externas que nos dicen cuándo dormir y cuándo despertar son la luz y la temperatura. Esta última se relaciona con procesos cerebrales y biológicos que tienen que ver con la frecuencia cardíaca, el tono muscular y que se producen mejor con menor temperatura”, explica la Dra. Evelyn Benavides, neuróloga del Programa de Medicina del Sueño de Clínica Universidad de los Andes.
Lee también...¿Cómo mejorar el descanso nocturno? Alimentos que te ayudan a dormirViernes 21 Enero, 2022 | 13:26De hecho, la temperatura ideal para dormir de noche está entre los 18º y 20º, así el cerebro entiende que estamos en hora de dormir y se produce aumento de las hormonas que gatillan el proceso del sueño.
Menos que eso podría producir un cambio brusco de temperatura que podría derivar en problemas como dolor de garganta, alergias y tos.
Asimismo, la recomendación es evitar el ejercicio antes de dormir, pues este es estimulante y eleva la temperatura del cuerpo.
Escoger un pijama adecuado es importante, pero más relevante es el tipo de tela. Por ejemplo, las fibras sintéticas pueden generar más calor, mientras que el algodón es transpirables y fresco. Esto también aplica para las sábanas.
Los vidrios también son importantes, existen algunos de control solar que pueden reducir el calor hasta en un 40%. “Es importante tener claro que bajo este escenario de calor extremo, el vidrio con control solar puede llegar a bloquear el doble del calor directo del sol, comparado con un termopanel común” asegura Gonzalo Acevedo, Gerente Comercial de Vidrios Lirquen.
Finalmente, si el calor fuera excesivo, se recomienda antes de acostarse una ducha con agua tibia, evitando el agua fría que provoca el efecto inverso.